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El intendente de Hughes, quien renunció a su cargo acusado de “jugarse” la recaudación del municipio, desapareció sin dejar rastros. Daniel Sciamaro dejó de concurrir a los lugares que frecuentaba y aumenta el caos. La ciudad está de paro: los empleados no trabajan y la basura no se recolecta. A pesar de que la polémica trascendió durante esta semana, los conflictos ya son de larga data. Los empleados no cobran su sueldo en tiempo y en forma: les pagan en cuotas desde mayo y aún no recibieron dinero de septiembre. Por ende, realizan una huelga desde el 8 de octubre. Por su parte, los vecinos del lugar aseguran que tampoco reciben los mínimos servicios que debería proporcionarles la municipalidad. Plantean que no hay recolección de basura, tampoco se expiden licencias de conducir, ni patentes. Este pueblo, de unos 6000 habitantes, tiene un panorama bastante oscuro y el malestar es generalizado. Los empleados de la municipalidad afirman que en el despacho del ex intendente hay unos “300 cheques rebotados”. Pero no hay forma de ingresar a la oficina y tampoco de encontrar al funcionario. Los vecinos elevaron denuncias penales contra Sciamaro, pero aún no existe pedido de captura judicial. Aunque se conformó un ente tripartido que asumió el control de este pueblo, no hay soluciones a la vista. Sólo más incertidumbre y bronca. |
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